jueves, 19 de noviembre de 2015

¿Son importantes las microexpresiones?

Durante mucho tiempo Ekman ha mantenido que una expresión facial engañosa puede ser traicionada (filtrada) por microexpresiones. Estas serían expresiones faciales muy breves (1/5 a 1/25 sg), pero completas, que revelarían la emoción sentida durante la ocultación emocional (Ekman P. , 1985; 2009). Esta idea ha obtenido una gran popularidad en los medios y en la comunidad científica, a pesar de estar escasamente respaldada por investigaciones científicas.

Porter y Ten Brinke (2008) han sido de los pocos investigadores que han llevado a cabo una exhaustiva investigación sobre expresiones faciales vinculadas a emociones genuinas o engañosas. En dicho estudio los participantes visionaron imágenes desagradables, tristes, atemorizantes, felices y neutrales y respondieron a cada una con una emoción genuina o engañosa, enmascarando, reemplazando una emoción con otra; o simulando, creando una expresión emocional en un estado neutral, mientras eran juzgados por observadores “ciegos”. Los investigadores analizaron 104.550 fotogramas breves en 697 expresiones. Encontraron que las expresiones emocionales inconsistentes con la visualización prevista ocurrieron con mayor frecuencia en la condición enmascarada que en la condición genuina o simulada. Pero solo encontraron un pequeño número de microexpresiones parciales (en la parte inferior o superior de la cara) y además a veces aparecieron durante las expresiones genuinas y no solo al traicionar la emoción oculta.

Para la Ecología de la conducta (Crivelli y Fridlund, 2019), las microexpresiones son extraños movimientos faciales considerados como comportamientos incipientes o conflictivos, comúnmente observados en animales en condiciones de conflicto o ambivalencia.

Sin embargo para otros investigados son expresiones parciales transitorias que reflejan emociones fugaces o enmascaradas (Matsumoto & Wwang, 2013).


Y si acudimos a páginas vinculadas al Grupo Paul Ekman, la utilidad de dichas exhibiciones faciales son múltiples, pudiendo ayudarnos a:

Detectar emociones ocultas y el engaño

En momentos de alta activación emocional, cuando alguien trata de ocultar una emoción, a menudo la "fugacidad" de esa emoción se evidencia en el rostro de esa persona. La fuga puede estar limitada a una región de la cara (una expresión mini o parcial), puede conllevar poca contracción muscular (una expresión leve), o puede ser una expresión rápida que cruce por toda la cara (una expresión micro). Estas expresiones sutiles son difíciles de detectar, pero con entrenamiento, se puede  aprender a detectarlas a medida que ocurren.
En muchas publicaciones se habla de su utilidad en el ámbito de la detección del engaño, ya que supuestamente suponen filtraciones de las verdaderas emociones que pueden servir como válvula de escape para que la persona exprese, aunque muy brevemente, sus sentimientos o impulsos inaceptables (Petisco, 2014, pág. 100). Cuando alguien está tratando de regular sus expresiones emocionales para disminuir cualquier indicio de lo que está sintiendo, el resultado puede ser una expresión leve, parcial o micro. Si el analista detecta una expresión leve o parcial, puede suponer que esa expresión está iniciándose o que el individuo está tratando de minimizarla para que no sea tan evidente (expresión abortada). En definitiva las expresiones sutiles, y más concretamente las microexpresiones pueden ser una fuente de autodelación o filtración de utilidad para tratar de detectar el engaño.
Mejorar nuestra inteligencia emocional

Una de las claves para mejorar la inteligencia emocional es el desarrollo de habilidades que nos ayuden a entender el rostro humano. A diferencia del lenguaje, la expresión facial constituye un sistema universal de señales que reflejan las fluctuaciones, momento a momento, del estado emocional de una persona. Aprender a leer micro expresiones nos puede ayudar a reconocer los sentimientos de los demás y, al mismo tiempo, a ser más conscientes de nuestros propios sentimientos.
Desarrollar nuestra capacidad empática

Las emociones juegan un papel clave en todas nuestras interacciones. Las expresiones comunes en la cara -macro expresiones - pueden no reflejar con exactitud cómo se siente una persona. Cuando aprendemos a reconocer las expresiones más fugaces y evasivas que surgen en un rostro, nos volvemos más sensible a la gama de emociones que otros desean que sepamos que están sintiendo. También nos hacemos más expertos a la hora de detectar una emoción cuando esta apenas está comenzando a surgir, cuando una emoción se está tratando de ocultar, y cuando una persona no es consciente de lo que realmente están sintiendo. Estas son habilidades que pueden ayudarnos a ser más sensibles con los sentimientos reales de los demás y a que los demás sepan, en su caso, que están siendo verdaderamente "comprendidos”.

Investigaciones recientes de Helen Riess y otros (Riess, Kelly, Bailey, Dunn, & Phillips, 2012), han demostrado que un entrenamiento basado en la neurobiología de la empatía mejora significativamente la relación médico-paciente, según la clasificación de los pacientes, lo que sugiere que la calidad de la atención en la medicina podría mejorarse mediante la integración de la neurociencia de la empatía en la educación médica. En concreto el grupo de entrenamiento en empatía mostró mayores cambios en las puntuaciones de la atención al paciente que el grupo control (diferencia de 2,2; P=0,04). Los médicos entrenados también mostraron mayores cambios en el conocimiento de la neurobiología de la empatía (diferencia de 1,8; P  <0,001) y en la capacidad para descifrar las expresiones faciales de la emoción (diferencia de 1,9; P  <0,001).
Mejorar nuestras relaciones

La cara ofrece la mejor ventana que podamos tener para saber cómo se están sintiendo otras personas. Mejorar nuestra capacidad de reconocer las emociones de los demás aumentará la comprensión íntima que nos permita “conectar” con otras personas. La investigación también ha encontrado que las personas que aprenden a detectar microexpresiones son más del agrado de los compañeros de trabajo.
Entender a los demás

Diversas investigaciones del Ekman han demostrado que durante un relato, las expresiones faciales cuando que contradicen las palabras, a menudo, nos pasan desapercibidas. Las microexpresiones faciales constituyen un sistema universal que pueden hacer su aparición independientemente de la raza o cultura a la que permanezca el sujeto, por lo que su estudio puede sernos de mucha utilidad. Incluso las personas de muy diferentes culturas, las personas que no hablan nuestro idioma, también sienten las mismas emociones y mostrarán las mismas expresiones. Cuando aprendemos a reconocer microexpresiones, el detectar las discrepancias entre lo que se oye y lo que se ve puede aplicarse a todos los ámbitos (amigos, familia, extraños).

Reconocer y manejar mejor nuestras propias emociones

Aprender a reconocer las expresiones faciales de las emociones en los demás nos ayudará a aprender a reconocer nuestras propias emociones. La investigación del Dr. Ekman revela que simplemente imitando una emoción, mediante la manipulación de las propias expresiones faciales propias, iniciará la experiencia fisiológica de que se sienta dicha emoción. Según Tomkins (1963) la musculatura facial (posteriormente se referiría más concretamente los receptores de la piel que se activan con los movimientos musculares) podría ser en sí misma la responsable de la inducción de emociones, mediante el feedback sensorial que genera (hipótesis del feedback facial). Si tratamos de vincular intencionadamente las expresiones faciales con la experiencia interna de manera frecuente, a modo de entrenamiento, comenzaremos a mejorar la alerta consciente de nuestras emociones internas. Por lo tanto, mejoraríamos nuestras posibilidades de reconocer cuando se está desencadenando  la emoción. Esta toma de conciencia podría ayudarnos a controlar la expresión de nuestras emociones.

Desarrollar Habilidades Sociales

Según el Grupo Paul Ekman, las personas con autismo se han beneficiado en gran medida del entrenamiento en microexpresiones, sobre todo con la herramienta Expresiones Sutiles (SETT). Las personas con esquizofrenia también han mostrado resultados positivos. La investigación realizada por Tamara Russell y otros, ha encontrado que el entrenamiento con la herramienta de Microexpresiones (METT), facilita a las personas con esquizofrenia reconocer las emociones en los demás, a la par que a las personas normales.

Referencias

PAUL EKMAN GROUP. En https://www.paulekman.com/micro-expressions/
Crivelli, C., & Fridlund, A. (2019). Inside-Out: From Basic Emotions Theory to the Behavioral. Jorunal of Nonverbal Behavior.
Ekman, P. (1985). Telling lies: Clues to deceit in the marketplace, politics. New York: WW Norton.
Ekman, P. (2009). Cómo detectar mentiras. Una guía práctica para utilizar en el trabajo, la política y la pareja (Segunda ed.). (L. Wolfson, Trad.) Barcelona: Paidós.
Ekman, P., & Friesen, W. (1975). Unmasking the face (a guide to recognizing emotions from facial expressions). Englewood Cliffs, New Jersey: Prentice-Hall Inc.
Matsumoto, D., & Wwang, H. S. (2013). Cultural display rules. En K. D. Keith (Ed.), The encyclopedia of cross-cultural psychology (pág. 303). Chichester, UK: Wiley.
Petisco, J. M. (2014). La comunicación en el aula. Cuando la postura y el gesto toman la palabra. Madrid: Dykinson.
Porter, S., & ten Brinke, L. (2008). Reading between the lies: Identifying conceled and falsified emotions in universal facial expressions. Psychological Science, 19, 508-514.
Riess, H., Kelly, J. M., Bailey, R. W., Dunn, E. J., & Phillips, M. (2012). Empathy training for resident physicians: a randomized controlled trial of a neuroscience-informed curriculum. Journal of general internal medicine, 27(10), 1280-1286.
Tomkins, S. S. (1963). Affect, imagery, and consciousness (Vol. 2: The negative affects). New York: Springer.