Durante mucho tiempo Ekman ha mantenido que una expresión
facial engañosa puede ser traicionada (filtrada) por microexpresiones. Estas
serían expresiones faciales muy breves (1/5 a 1/25 sg), pero completas, que revelarían
la emoción sentida durante la ocultación emocional (Ekman P. , 1985; 2009) . Esta idea ha
obtenido una gran popularidad en los medios y en la comunidad científica, a
pesar de estar escasamente respaldada por investigaciones científicas.
Porter y Ten Brinke (2008) han sido de los
pocos investigadores que han llevado a cabo una exhaustiva investigación sobre
expresiones faciales vinculadas a emociones genuinas o engañosas. En dicho
estudio los participantes visionaron imágenes desagradables, tristes,
atemorizantes, felices y neutrales y respondieron a cada una con una emoción
genuina o engañosa, enmascarando, reemplazando una emoción con otra; o
simulando, creando una expresión emocional en un estado neutral, mientras eran
juzgados por observadores “ciegos”. Los investigadores analizaron 104.550
fotogramas breves en 697 expresiones. Encontraron que las expresiones
emocionales inconsistentes con la visualización prevista ocurrieron con mayor
frecuencia en la condición enmascarada que en la condición genuina o simulada.
Pero solo encontraron un pequeño número
de microexpresiones parciales (en la parte inferior o superior de la cara) y
además a veces aparecieron durante las
expresiones genuinas y no solo al traicionar la emoción oculta.
Para la Ecología de la
conducta (Crivelli y Fridlund, 2019) , las microexpresiones
son extraños movimientos faciales considerados como comportamientos
incipientes o conflictivos, comúnmente observados en animales en condiciones de
conflicto o ambivalencia.
Sin embargo para otros investigados son expresiones parciales
transitorias que reflejan emociones fugaces o enmascaradas (Matsumoto & Wwang, 2013) .
Y si acudimos a páginas vinculadas al Grupo Paul Ekman, la utilidad
de dichas exhibiciones faciales son múltiples, pudiendo ayudarnos a:
Detectar emociones
ocultas y el engaño
En momentos de alta activación emocional, cuando alguien
trata de ocultar una emoción, a menudo la "fugacidad" de esa emoción se
evidencia en el rostro de esa persona. La fuga puede estar limitada a una
región de la cara (una expresión mini o parcial), puede conllevar poca
contracción muscular (una expresión leve), o puede ser una expresión rápida que
cruce por toda la cara (una expresión micro). Estas expresiones sutiles son
difíciles de detectar, pero con entrenamiento, se puede aprender a detectarlas a medida que ocurren.
En muchas publicaciones se habla de su utilidad en el ámbito
de la detección del engaño, ya que supuestamente suponen filtraciones de las
verdaderas emociones que pueden servir como válvula de escape para que la
persona exprese, aunque muy brevemente, sus sentimientos o impulsos
inaceptables (Petisco,
2014, pág. 100) .
Cuando alguien está tratando de regular sus expresiones emocionales para
disminuir cualquier indicio de lo que está sintiendo, el resultado puede ser
una expresión leve, parcial o micro. Si el analista detecta una expresión leve o parcial, puede
suponer que esa expresión está iniciándose o que el individuo está tratando de
minimizarla para que no sea tan evidente (expresión abortada). En definitiva las expresiones
sutiles, y más concretamente las microexpresiones pueden ser una fuente de
autodelación o filtración de utilidad para tratar de detectar el engaño.
Mejorar nuestra inteligencia emocional
Una de las claves para mejorar la inteligencia emocional es
el desarrollo de habilidades que nos ayuden a entender el rostro humano. A diferencia del lenguaje, la expresión facial
constituye un sistema universal de señales que reflejan las
fluctuaciones, momento a momento, del estado emocional de una persona. Aprender
a leer micro expresiones nos puede ayudar a reconocer los sentimientos de los
demás y, al mismo tiempo, a ser más conscientes de nuestros propios
sentimientos.
Desarrollar nuestra capacidad empática
Las emociones juegan un papel clave en todas nuestras
interacciones. Las expresiones comunes en la cara -macro expresiones - pueden
no reflejar con exactitud cómo se siente una persona. Cuando aprendemos a
reconocer las expresiones más fugaces y evasivas que surgen en un rostro, nos
volvemos más sensible a la gama de emociones que otros desean que sepamos que
están sintiendo. También nos hacemos más expertos a la hora de detectar una
emoción cuando esta apenas está comenzando a surgir, cuando una emoción se está
tratando de ocultar, y cuando una persona no es consciente de lo que realmente
están sintiendo. Estas son habilidades que pueden ayudarnos a ser más sensibles
con los sentimientos reales de los demás y a que los demás sepan, en su caso,
que están siendo verdaderamente "comprendidos”.
Investigaciones recientes de Helen Riess y otros (Riess, Kelly, Bailey,
Dunn, & Phillips, 2012) , han demostrado que
un entrenamiento basado en la neurobiología de la empatía mejora
significativamente la relación médico-paciente, según la clasificación de los
pacientes, lo que sugiere que la calidad de la atención en la medicina podría
mejorarse mediante la integración de la neurociencia de la empatía en la
educación médica. En concreto el grupo de entrenamiento en empatía mostró
mayores cambios en las puntuaciones de la atención al paciente que el grupo
control (diferencia de 2,2; P=0,04). Los médicos entrenados también mostraron
mayores cambios en el conocimiento de la neurobiología de la empatía
(diferencia de 1,8; P <0,001) y en la capacidad para descifrar las
expresiones faciales de la emoción (diferencia de 1,9; P <0,001).
Mejorar nuestras relaciones
La cara ofrece la mejor ventana que podamos tener para saber cómo
se están sintiendo otras personas. Mejorar nuestra capacidad de reconocer las
emociones de los demás aumentará la comprensión íntima que nos permita
“conectar” con otras personas. La investigación también ha encontrado que las
personas que aprenden a detectar microexpresiones son más del agrado de los
compañeros de trabajo.
Entender
a los demás
Diversas investigaciones del Ekman han demostrado que durante
un relato, las expresiones faciales cuando que contradicen las palabras,
a menudo, nos pasan
desapercibidas. Las microexpresiones faciales constituyen un sistema universal que
pueden hacer su aparición independientemente de la raza o cultura a la que
permanezca el sujeto, por lo que su estudio puede sernos de mucha utilidad. Incluso
las personas de muy diferentes culturas, las personas que no hablan nuestro
idioma, también sienten las mismas emociones y mostrarán las mismas
expresiones. Cuando aprendemos a reconocer microexpresiones, el detectar las
discrepancias entre lo que se oye y lo que se ve puede aplicarse a todos los
ámbitos (amigos, familia, extraños).
Reconocer y manejar
mejor nuestras propias emociones
Aprender a reconocer las expresiones faciales de las
emociones en los demás nos ayudará a aprender a reconocer nuestras propias
emociones. La investigación del Dr. Ekman revela que simplemente imitando una
emoción, mediante la manipulación de las propias expresiones faciales propias,
iniciará la experiencia fisiológica de que se sienta dicha emoción. Según
Tomkins (1963) la musculatura facial
(posteriormente se referiría más concretamente los receptores de la piel que se
activan con los movimientos musculares) podría ser en sí misma la responsable
de la inducción de emociones, mediante el feedback sensorial que genera (hipótesis del feedback facial). Si tratamos
de vincular intencionadamente las expresiones faciales con la experiencia
interna de manera frecuente, a modo de entrenamiento, comenzaremos a mejorar la
alerta consciente de nuestras emociones internas. Por lo tanto, mejoraríamos nuestras
posibilidades de reconocer cuando se está desencadenando la emoción. Esta toma de conciencia podría
ayudarnos a controlar la expresión de nuestras emociones.
Desarrollar Habilidades
Sociales
Según el Grupo Paul Ekman, las personas con autismo se han
beneficiado en gran medida del entrenamiento en microexpresiones, sobre todo
con la herramienta Expresiones Sutiles (SETT). Las personas con esquizofrenia
también han mostrado resultados positivos. La investigación realizada por
Tamara Russell y otros, ha encontrado que el entrenamiento con la herramienta
de Microexpresiones (METT), facilita a las personas con esquizofrenia reconocer
las emociones en los demás, a la par que a las personas normales.
Referencias
Referencias
PAUL EKMAN GROUP. En
https://www.paulekman.com/micro-expressions/
Crivelli, C.,
& Fridlund, A. (2019). Inside-Out: From Basic Emotions Theory to the
Behavioral. Jorunal of Nonverbal Behavior.
Ekman, P. (1985). Telling
lies: Clues to deceit in the marketplace, politics. New York: WW Norton.
Ekman, P. (2009). Cómo detectar mentiras. Una guía
práctica para utilizar en el trabajo, la política y la pareja (Segunda
ed.). (L. Wolfson, Trad.) Barcelona: Paidós.
Ekman, P., &
Friesen, W. (1975). Unmasking the face (a guide to recognizing emotions
from facial expressions). Englewood Cliffs, New Jersey: Prentice-Hall Inc.
Matsumoto, D.,
& Wwang, H. S. (2013). Cultural display rules. En K. D. Keith (Ed.), The
encyclopedia of cross-cultural psychology (pág. 303). Chichester, UK: Wiley.
Petisco, J. M. (2014). La comunicación en el aula.
Cuando la postura y el gesto toman la palabra. Madrid: Dykinson.
Porter, S., &
ten Brinke, L. (2008). Reading between the lies: Identifying conceled and
falsified emotions in universal facial expressions. Psychological Science,
19, 508-514.
Riess, H., Kelly,
J. M., Bailey, R. W., Dunn, E. J., & Phillips, M. (2012). Empathy training
for resident physicians: a randomized controlled trial of a
neuroscience-informed curriculum. Journal of general internal medicine, 27(10),
1280-1286.
Tomkins, S. S. (1963).
Affect, imagery, and consciousness (Vol. 2: The negative affects). New York: Springer.